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Botones flotantes

29 de agosto de 2013

Las vacaciones son un videojuego

"Mamá, cuando terminemos esta partida, ¿podemos apagar las olas?"

Estábamos jugando en la arena, en modo 1.0 total, sin móviles, tablets, consolas, TV... y sin embargo Daniel no paraba de hablarme como si la playa fuera un videojuego enorme en el que podías ganar puntos por nadar, hacer castillos o recoger conchas, los manguitos eran su bonus, y su hermana era el player 2.

Este verano una vez más hemos intentado desconectar de las tecnologías todo lo posible, pero tampoco sin obsesionarnos. Porque no nos engañemos, recurrir a los juegos del móvil en el coche, el restaurante, o esa cola interminable, cuando ya has agotado las otras posibles vías de distracción, es de lo más socorrido, fácil y rápido. Siempre y cuando, por supuesto, no abusemos de ello y recordemos que lo que toca en estas fechas es que los niños disfruten del aire libre, del tiempo libre y  sobre todo, de los padres libres.

23 de abril de 2013

5 lectores de ecuentos para niños

"Mamá, ¿me lees un cuento? Pero de los que tienes en tu cabeza, ¿eh?"

Mi hija ya no se conforma con los libros de sus estanterías, ni siquiera con los que le pongo en el tablet, ella quiere un cuento inventado y distinto cada día. Y aunque me encanta contarle cuentos y dicen que la imaginación no tiene límites, a ciertas horas de la noche mi cabeza ya pone el cartel de "Batería baja".

Al menos ahora ya está terminando la cartilla, esta semana vamos por la x y la w, lo que significa que ya puede leer sus propios cuentos... o "ecuentos". Ahora nos toca a nosotros a ayudarla también a descubrir ese maravilloso placer que es la lectura.

Decía el otro día Sam, una de las niñas de iCarly en ClanTV, que leer un libro era como tener una peli dentro de la cabeza. Eso es exactamente lo que yo he sentido siempre y quiero que también sientan mis hijos, que pierdan hasta la noción del tiempo cuando tienen un libro entre sus manos.

27 de marzo de 2013

El nuevo Furby: tecnología, apps y redes sociales envueltas en peluche

"Yo sólo quería que estuviera limpito..."

Eso fue lo que dijo mi hermana cuando (años después ...) de que su primer Furby se quedara mudo confesó que "probablemente" estaba así porque le había metido en la bañera. Y es que era un peluche tan real que la verdad es que sí que daban ganas de cuidarlo. Una mezcla rara entre osito, gato, ratón y algo más, pero en modo adorable, aunque a mí como a todo el mundo me recuerdan a los Gremmlis buenos. Aquel Furby de mi hermana no era de los primeros y luego han venido algunos modelos más, pero todos han tenido en común un equipamiento tecnológico bastante adelantado a su tiempo, con sensores, sistemas de  reconocimiento de sonido y capacidad de interacción con los niños, que en su día revolucionaron el mundo de los juguetes e inspiraron muchos de los que vinieron después. Tuvieron incluso sus propias leyendas urbanas, como que podían ser utilizados para espionaje y que habían sido prohibidos en el Pentágono, o que las frases que decían a los niños contenían mensajes subliminales.
A pesar de su precio, durante varias navidades se agotaron en las tiendas y volvieron locos a muchos padres que como el mío tuvieron que recorrer media ciudad en busca del famoso bicho. Por aquel entonces no se podía comprar por internet así que el caos era aún mayor. Hoy en día hay miles de tiendas online donde los puedes comprar, de primera, segunda o tercera mano, webs dedicadas al mundo Furby, tienen sus propias apps y también juegan en las redes sociales. Todo orquestado mediante un ambicioso plan de marketing de la empresa creadora, la juguetera Hasbro, para convertir a los Furbys en éxito de ventas.

28 de febrero de 2013

Juegos que ayudan a los niños a aprender Física

"Mamá, ¿por qué con los manguitos no me hundo en la piscina?"

Creo que Lucía es aún pequeña para explicarle el principio de Arquímedes, la Ley de la Gravedad o los fundamentos de la Termodinámica. Sin embargo, todos estos conceptos físicos la rodean cada día, están en la naturaleza y en ella misma, y es normal que se pregunte contínuamente el porqué de las cosas.

Parece que hoy en día, con tanta tecnología, internet y miles de cacharros para estar permanentemente conectados a todo, queda un poco obsoleto hablar de Física. Sin embargo, todos estos elementos del mundo 3.0 no son más que un montón de fenómenos físicos agrupados, ordenados y vestidos de modernos. Así que, si queremos que nuestros peques entiendan ese orden, lo mejor es que empiecen desde pequeños a comprender los procesos básicos que los hacen posible.