Programar es (casi) un juego de niños

"Mamá, yo de mayor quiero ser hacedora de juegos"

La lista de juegos y aplicaciones educativas que podemos tener hoy en día en nuestro smartphone o tablet raya casi el infinito, pero aún así, la curiosidad de los niños y sus ganas de probar uno más, distinto, nuevo, original, ... es siempre aún mayor. Mis hijos me piden continuamente que busque en la tienda de apps en cuestión ese juego que ellos tienen en su cabeza. Y a mí me gustaría poder hacer magia y concederles ese deseo, pero mientras me gradúo en Howarts me conformaría con que mis hijos entendieran que los juegos no son magia, son libros que alguien ha escrito para ellos en un idioma muy especial.
Dicen que el saber programar es la capacidad más importante para los trabajadores del futuro, y por eso está tan de moda hablar de niños programadores. Yo no tengo muy claro si es lo más importante, ni cuándo es el mejor momento para empezar, ni por supuesto quiero que mis hijos se conviertan en expertos del javascript con menos de 10 años. Pero ya que la tecnología está en sus vidas y al igual que la usan para jugar a sumar, ¿por qué no dejarles también explorar nuevas formas de aprender lógica o ser más creativos?

Vacaciones 1.0

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“Mamaaaá, deja el móvil… que estamos en la playa!!”

Menos mal que tengo a mi hija que me recuerda estas cosas de vez en cuando, sobre todo cuando estamos de vacaciones y tengo tentaciones de comprobar el correo, responder un whatsapp, echar un vistazo rápido al timeline de twitter, cotillear las últimas fotos subidas a Facebook… Y es que afortunadamente, los niños también educan a sus padres y nos enseñan con su ejemplo y su forma tan lógica de de pensar, que las vacaciones están para desconectar.

Sobre todo ellos, nuestros peques 3.0, también necesitan descansar y disfrutar de otras actividades que los saquen de la rutina. Tanto si van a la playa, a la montaña, al pueblo o se quedan en casa (que con la que está cayendo… será también un plan muy frecuente), los niños pueden hacer miles de actividades alejados del ordenador, del móvil y la videoconsola.

Espíritu de innovación y creatividad de Disney y sus personajes

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“Hasta el infinito, y más allá….”

Mi hija ha vuelto a recuperar la trilogía de Toy Story y ya se sabe que cuando a un niño le da por una peli, es capaz de verla una y otra vez, hasta que tanto ellos como los pacientes papis acabamos por aprendernos los diálogos enteros. Menos mal que al menos ahora no se trata de una princesa cursi esperando que la rescate su príncipe encantador, sino de divertidos juguetes que enseñan a los niños el valor de la amistad, la creatividad y sobre todo la motivación para seguir siempre adelante, y mucho más allá.

Disney ha cambiado mucho desde su primera gran película con Blancanieves y sus siete enanitos, aunque su espíritu de superación se ha mantenido intacto. Blancanieves fue bautizada en su día como “la locura de Disney”, porque todo el mundo pensaba que arruinaría a los estudios por sus experimentos con la animación realista de seres humanos y el uso de procesos especializados y nuevos equipos como la cámara multiplano. Terminó costando 6 veces más de lo previsto, pero fue el primer largometraje de animación en inglés y en technicolor, inaugurando toda una época de éxitos y de innovación.

Phineas y Ferb, creatividad e imaginación para niños y padres

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“Mamaaaaaaá, Daniel la está liando otra vez en la habitación”

Cuando oímos esta frase, a la mayoría de los padres nos invade el instinto de supervivencia y de conservación de los bienes materiales y salimos corriendo a ver lo que nuestros hijos han hecho esta vez. Tú los dejas en su habitación, en un sitio seguro, controlado y limitado, y cinco segundos después te sorprenden (para bien o para mal) con algo increíble. A veces pienso que el espíritu de Phineas y Ferb ha invadido a mis hijos y que cualquier día de estos me encontraré una montaña rusa en el salón…
Estos dos fantásticos personajes de Disney se han convertido en todo un ejemplo de optimismo, creatividad e imaginación, porque al igual que todos los niños, sus ganas de jugar, probar y divertirse les motiva para inventar y aprender algo nuevo cada día.

Nuestros peques 3.0 y su facilidad para la innovación

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“Mamá, mamá, ¿por qué no puedo bañarme yo en la lavadora? Mira, pones el gel aquí, el champú aquí, y ya está, salgo limpia!”

Los niños son así, ocurrentes, imaginativos, creativos… y a la vez, sorprendentemente lógicos, por eso son capaces de inventar miles de usos para cualquier objeto cotidiano. ¿Cuántas veces hemos visto que al abrir un regalo, en lugar de jugar con esa muñeca nueva que tanto nos ha costado encontrar, se han pasado horas y horas jugando con la caja? Allí donde nosotros “sólo” vemos una caja, ellos ven un coche, un tren, una cuna, …y un sinfín más de posibilidades.

Sin miedo al fracaso, a equivocarse y decir “tonterías” y sin la influencia de prejuicios e ideas preconcebidas, los niños son magos de la imaginación